- La brecha digital no es sólo el resultado de los retos locales, sino que se ve amplificada por las sanciones internacionales.
- Junto con la censura de Internet, las sanciones internacionales dirigidas contra el sector tecnológico iraní restringen la participación de Irán en la economía mundial, obstaculizan la innovación y obstruyen su infraestructura tecnológica, reforzando la marginación de sus ciudadanos.
- La comunidad mundial debe abandonar las políticas excluyentes y adoptar una acción colectiva audaz para salvar esta creciente brecha.
En el Foro para la Gobernanza de Internet (FGI 2024) del año pasado, líderes mundiales, expertos y partes interesadas destacaron la acuciante necesidad de salvaguardar los derechos humanos en la era digital, reafirmando que las libertades en línea deben reflejar los derechos fuera de línea.
El tema central del foro fue la reducción de la brecha digital, con llamamientos concretos a políticas inclusivas, soluciones impulsadas por la comunidad e innovación tecnológica para garantizar una conectividad significativa para todos.
Sin embargo, como se subrayó en los debates del FGI 2024, la situación en países como Irán revela una realidad más compleja: la brecha digital no es sólo resultado de los retos locales, sino que se ve amplificada por las sanciones internacionales.
Estas sanciones restringen sistemáticamente el acceso a las tecnologías globales, obstruyen el desarrollo de infraestructuras y profundizan las desigualdades, socavando directamente los principios de inclusión universal que el FGI pretende promover. El caso iraní es un claro ejemplo de cómo las barreras geopolíticas complican el compromiso mundial con un futuro digital justo y equitativo.
A continuación se presenta un resumen de un informe en el que se detalla el impacto que tienen las sanciones sobre Internet en Irán y sus usuarios. Lea el informe completo.
El papel de las sanciones en la ampliación de la brecha digital
Clasificado durante mucho tiempo como economía periférica, Irán se enfrenta a importantes obstáculos para alcanzar un desarrollo equitativo.
Junto con políticas nacionales como la censura de Internet, las sanciones internacionales dirigidas contra el sector tecnológico iraní restringen la participación de Irán en la economía mundial, obstaculizan la innovación y obstruyen su infraestructura tecnológica, reforzando la marginación de sus ciudadanos.
Barreras a los recursos educativos
El acceso restringido a plataformas de aprendizaje en línea, desarrollo profesional y colaboración global limita las oportunidades de las personas de adquirir las habilidades necesarias para participar en la economía digital internacional. Esta exclusión es especialmente perjudicial para los jóvenes iraníes, que representan una parte significativa de la población y están deseosos de participar en el ecosistema digital global.
Desarrolladores Android | CodeCanyon | Figma |
Instalador de Visual Studio*. | Elsevier* | Clamav |
Chat GPT | Google Lens | Google Earth |
Coursera | Envato | Bytes |
Nube de Google | CloudEra | Cadencia |
Desarrolladores Google | GtMetrix* | Docker |
Base de fuego | OpenAI | BugSnag |
Spotify DE | Google Analytics | Experiencia Nvidia |
Repositorios CentOS | JetBrains | Descarga Microsoft* |
BootStrap* | Consola Google Play | MathWorks |
* Servicios que se han puesto a disposición de los internautas iraníes desde la publicación del informe.
Varios activistas del ecosistema de la innovación y ciudadanos iraníes hicieron campaña y condenaron el comportamiento contra la libertad de acceso a la información realizado por las empresas en una petición. Los firmantes de la campaña arriba mencionada condenaron los siguientes embargos tecnológicos:
- Restricciones de acceso de los usuarios y geobloqueo de las IP iraníes a los servicios públicos e internacionales, principalmente a los servicios en la nube.
- Restricciones a la compra de servicios de Internet y a la conexión de empresas iraníes a redes IXP internacionales.
- Sanciones contra las empresas de infraestructuras iraníes.
- La eliminación de Irán como opción de nacionalidad en los formularios de registro hace imposible registrarse con números de teléfono iraníes (+98).
Exclusión económica y cultural
Las sanciones tecnológicas aíslan la economía digital de Irán de los mercados mundiales, inflando los costes y limitando la innovación. También reducen la visibilidad del persa y de otras lenguas regionales.
Según The Global Cloud Ecosystem 2022, la talentosa mano de obra iraní se encuentra entre las mejores del mundo en innovación y matemáticas, pero las barreras sistémicas impiden que sus habilidades se utilicen plenamente en el país. Muchos iraníes contribuyen a los avances tecnológicos en el extranjero, mientras que su país va a la zaga en infraestructuras y alineación de políticas. Esta fuga de cerebros subraya la paradoja de las sanciones: mientras que el talento iraní enriquece la economía mundial, el propio país queda excluido del progreso tecnológico.
Consecuencias para la resistencia de Internet
La capacidad de recuperación de Internet en Irán es críticamente baja. El Índice Pulse de Resiliencia de Internet sitúa a Irán en el puesto 148 de 187 países. Este índice evalúa dimensiones clave como la infraestructura, el rendimiento, la seguridad y la preparación para el mercado de Internet.
Las sanciones afectan directamente a la infraestructura de Internet de Irán, restringiendo el acceso a equipos y tecnologías críticos necesarios para la modernización. Por ejemplo, se prohíbe a los proveedores internacionales suministrar equipos de red en Irán, lo que hace que la ampliación de la infraestructura sea compleja y poco rentable, como le ha ocurrido a la Compañía de Infraestructuras de Telecomunicaciones de Irán (TIC).
Estas restricciones degradan la asequibilidad y el rendimiento de Internet, impidiendo a millones de ciudadanos iraníes acceder a la tecnología más avanzada del mundo.

La imposibilidad de acceder a plataformas globales en la nube y a herramientas modernas también ha obstaculizado el crecimiento de unos servicios de administración electrónica fiables.
Abandona las políticas excluyentes para que Internet sea para todos
Irán no es el único país que se enfrenta tanto a restricciones internas como a las consecuencias de las sanciones internacionales. Animo a los demás a que hablen sobre cómo afectan estas medidas a sus comunidades. Tal vez la creación de un Grupo de Interés Especial para las regiones conflictivas podría ser una solución constructiva.
Los esfuerzos para resolver esta cuestión requieren dos pasos clave: uno a nivel nacional y otro a nivel internacional:
- Los países que se enfrentan a la discriminación tecnológica no sólo deben hacer que sus experiencias sean transparentes para el mundo, sino también recordar a los responsables políticos nacionales la necesidad de abordar la cuestión y darles una seria advertencia. Por ejemplo, los Informes sobre la Calidad de Internet en Irán, publicados por la independiente y profesional Asociación de Comercio Electrónico de Teherán, arrojan luz sobre estos retos.
- Para cerrar esta brecha cada vez mayor, la comunidad internacional debe abandonar las políticas excluyentes y emprender una acción audaz y colectiva. El acceso a las herramientas y redes digitales no es un privilegio, es un derecho humano.
La comunidad mundial debe abandonar las políticas excluyentes y adoptar medidas audaces y colectivas para salvar esta creciente brecha. El acceso a las herramientas y redes digitales no es un privilegio, es un derecho humano.
Transformando las sanciones en vías para la inclusión, podemos remodelar el panorama digital para que se favorezca la conexión frente al aislamiento, de modo que todas las voces puedan prosperar y todos puedan apreciar realmente Internet.
Ilia Vakili es Activista de Derechos Digitales en Etchamber (Asociación de Comercio Electrónico de Teherán).
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