Dejó sin empleo a 500.000 personas en la región, desde cientos de miles de trabajadores textiles locales hasta personas como Ali Mehdi, un consultor de servicios financieros afincado en Srinagar cuyo nombre real se mantiene en reserva a petición propia.
La falta de Internet le impedía realizar su trabajo diario, lo que le generaba mucha ansiedad económica. “Tenemos familias que alimentar… tenemos la preocupación de que nuestros hijos tienen que estudiar y hacer clases online”, dice. Medhi afirma que cortes como el que él sufrió -que, según la Cámara de Comercio e Industria de Cachemira, costaron a las empresas de telecomunicaciones entre 480.000 y 600.000 dólares al día- socavan también el mensaje de India Digital, desincentivando la inversión en zonas que podrían ser objeto de cortes de servicio. “La gente se lo pensará diez veces antes de aventurarse en este tipo de lugares donde las cosas son inciertas”, afirma.
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