La resiliencia de Internet suele considerarse desde un punto de vista técnico, sin prestar mucha atención a las implicaciones sociales que repercuten en las decisiones sobre conectividad.
Pakistán ofrece un vívido ejemplo de ello: la conectividad está determinada por las relaciones de poder locales, las consideraciones de los Estados orientadas a la seguridad y el creciente dominio de las plataformas de distribución de contenidos en Internet.
Para comprender mejor el efecto que estos procesos tienen en la resiliencia de Internet, utilizando Pakistán como estudio de caso, mis colegas y yo, del Instituto Francés de Geopolítica (IFG), la Universidad París 8 y la Universidad LUMS, desarrollamos una metodología innovadora que combina métodos cualitativos de ciencias sociales y mediciones estándar de redes.
Una red excesivamente concentrada
A nivel físico, la conectividad de Pakistán se caracteriza por un alto grado de concentración y una falta de diversidad debida a las condiciones locales que impiden un mayor desarrollo de las infraestructuras.
Internamente, la conectividad se concentra en los principales corredores de transporte que unen el norte y el sur del país a lo largo del río Indo. Pocos proveedores de servicios de Internet (ISP) tienen implantada una red de fibra en todo el país debido a las dificultades para obtener el derecho de paso de diversas partes interesadas que buscan rentas. La inestabilidad persistente en las provincias occidentales también ha limitado la construcción de anillos de redundancia adicionales. Por ello, el operador tradicional, PTCL, es el único ISP capaz de conectar todo el país, lo que hace que los ISP más pequeños dependan de su infraestructura.
Gran dependencia de las conexiones submarinas
La conectividad internacional de Pakistán también está abiertamente concentrada, ya que todos los cables submarinos aterrizan en un único punto de Karachi. Además, sólo dos ISP operan estaciones de aterrizaje: PTCL y TWA.
Al observar los acuerdos BGP a través de gráficos espacializados, es evidente que tanto PTCL como TWA desempeñan un papel central dentro de la conectividad nacional de Pakistán debido a su papel único de pasarelas hacia la Internet global.
Pakistán también carece de enlaces terrestres -que podrían proporcionar opciones de reserva en caso de interrupción del cable submarino- debido a las perspectivas de seguridad del Estado. La interconexión con redes situadas en India está estrictamente prohibida, mientras que Afganistán es principalmente cliente de los ISP paquistaníes. La conectividad con Irán tampoco existe porque los actores locales temen ser objeto de sanciones extraterritoriales estadounidenses.
Islamabad prefiere, en cambio, opciones de respaldo con China. Sin embargo, los ISP locales siguen cuestionando el interés de tal conexión, ya que China no alberga ningún contenido de interés para los usuarios paquistaníes. Así pues, los cables submarinos siguen siendo la única opción viable para acceder a la conectividad internacional.
Esta dependencia de los enlaces submarinos es aún más problemática, ya que la mayor parte del tráfico nacional de Pakistán se dirige constantemente al extranjero. Por lo tanto, cualquier interrupción de los cables submarinos, o dentro del país a lo largo del eje que conecta Karachi con el resto de las regiones del interior, provoca una importante disminución del acceso a Internet. Esto es lo que ocurrió en agosto de 2022, cuando un monzón histórico provocó inundaciones a gran escala, causando múltiples cortes a lo largo de la red troncal del país.
Dominio de las plataformas sobre el tráfico de datos
Para abordar el problema de la excesiva dependencia del tráfico internacional, el gobierno paquistaní ha intentado imponer el alojamiento local, pero los proveedores de nubes públicas siguen mostrándose reacios a poner un pie en el país, ya que han desplegado su infraestructura en otros lugares de la región.
India se ha convertido en la base trasera de las plataformas estadounidenses para sus servicios en el sur de Asia, pero los ISP paquistaníes no pueden interconectarse con ellas. En cambio, los ISP paquistaníes tienen previsto aumentar sus capacidades submarinas hacia el Golfo Arábigo, ya que las plataformas están instalando sus puntos de presencia en los EAU, Omán y Arabia Saudí.
Por tanto, la resistencia de Internet es el resultado de las constantes negociaciones entre los ISP, las redes de distribución de contenidos y los estados. En la actualidad, las redes de distribución de contenidos impulsan la demanda de tráfico de datos y, por consiguiente, determinan las opciones de conectividad de los ISP, que también están restringidas por las propias líneas rojas de seguridad de los estados.
Lee nuestra ponencia presentada en AINTEC’24 para saber más sobre la conectividad de Pakistán y nuestra metodología.
Nowmay Opalinski es doctoranda. en el Instituto Francés de Geopolítica de la Universidad París 8 y miembro del proyecto de investigación GEODE (Geopolítica de la Datasfera). Su investigación se centra en los fundamentos geopolíticos de la conectividad a Internet en Asia.
Colaboradores : Zartash Afzal Uzmi (Universidad LUMS), Frédérick Douzet (Universidad París 8).
Las opiniones expresadas por los autores de este blog son suyas y no reflejan necesariamente los puntos de vista de la Internet Society.
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