La clave de la resistencia de Internet reside en su estructura en capas, un brillante mosaico de elementos interconectados. En la base está la capa física, una vasta red de cables y señales, palpitante de vida digital. Encima de la capa física están los protocolos de red local, como Ethernet, creación del Dr. Metcalfe. Por encima de este nivel, las capas de comunicación, TCP e IP, forman el corazón de Internet, coordinando y dirigiendo el flujo de datos. Por último, la capa de aplicación, donde residen protocolos como HTTP, proporciona la interfaz para que los usuarios interactúen con Internet.
Vía BNN