Los nuevos cambios en los programas estadounidenses de ayuda a la banda ancha pueden favorecer involuntariamente a determinadas tecnologías, como los servicios de Internet inalámbricos fijos o por satélite LEO.
El actual modelo de financiación del Fondo del Servicio Universal debe ajustarse a su uso actual, en el que los usuarios de Internet subvencionan el despliegue de Internet.