Una vez que la denegación de infraestructuras está en juego, también lo está su uso para imponer sanciones internacionales.
2022 será recordado como un año en el que los conflictos y las crisis moldearon de forma interesante nuestra actitud colectiva hacia las infraestructuras e Internet.
Ocultar los fallos operativos en la oscuridad no ayuda a nadie.