- El informe anual sobre el Índice de Pobreza en Internet muestra que la asequibilidad de Internet ha mejorado en todo el mundo desde 2023, aunque hay variaciones significativas entre regiones.
- La pobreza de Internet se ha reducido a la mitad en Asia, de 252 millones en 2023 a 166 millones en 2024, liderada por India e Indonesia.
- Por el contrario, la pobreza en Internet ha aumentado de 523 millones en 2023 a 545 millones en 2024 en el África Subsahariana.
Según el último informe del Índice de Pobreza en Internet (IPI), la pobreza en Internet -aquellos que no pueden permitirse el paquete más básico de servicios de Internet móvil- ha disminuido un tercio en Asia y un 14% en todo el mundo en los últimos 12 meses.
¿Qué es el Índice de Pobreza en Internet?
El Índice de Pobreza de Internet (IPI) utiliza una metodología sólida para identificar a las personas que viven en la pobreza de Internet. Para cada país, se calcula un precio de Internet ajustado por calidad y cantidad para una cesta normalizada: 1 GB al mes a 10 Mbps. Los precios se ajustan para reflejar un nivel de calidad coherente que facilite las comparaciones entre países. A continuación, se compara el precio de Internet a nivel nacional con el poder adquisitivo de los individuos de ese país, y se considera que los que tendrían que destinar más del 10% de su gasto diario total a la cesta de la compra son pobres en Internet.
Los niveles de pobreza varían según la región
Asia ha experimentado la mejora más considerable, con un descenso de las cifras de pobreza en Internet de 418 millones en 2023 a 252 millones en 2024. Esta reducción se debe principalmente a los avances en países como India, que ha reducido drásticamente su población pobre en Internet en 133 millones, e Indonesia, que ha experimentado una reducción del 26% en los precios de Internet.
Por el contrario, el África Subsahariana sigue siendo la región más problemática para abordar la pobreza en Internet, ya que pasará de 523 millones en 2023 a 545 millones en 2024. En Namibia se produjeron importantes reducciones de precios (36%), pero el impacto sobre la pobreza en Internet fue limitado. Esto sugiere que, aunque la reducción de precios es esencial, se necesitan mejoras económicas e infraestructurales más amplias para lograr resultados duraderos.
Países como Chad, la República Democrática del Congo y Mozambique se encuentran entre los más afectados, con tasas de pobreza en Internet superiores al 80%. En Chad, por ejemplo, el porcentaje de población que vive en la pobreza de Internet pasó del 85% en 2023 a un alarmante 96,3% en 2024. Estas cifras subrayan la urgente necesidad de soluciones que aborden tanto los problemas de asequibilidad como de infraestructura en estas regiones, y de enfoques adaptados que tengan en cuenta los retos y oportunidades específicos de cada país.
Mientras tanto, América Latina presenta un panorama variado. En Brasil aumentó en 22 millones la población pobre en Internet, debido al aumento de los costes y a los problemas económicos. En cambio, México redujo en 8 millones su población pobre en Internet.
Estrategias para reducir la pobreza en Internet
Abordar la pobreza en Internet requiere un enfoque polifacético que se dirija a varias dimensiones del problema.
- Aunque no es una solución aislada, el crecimiento económico desempeña un papel crucial en la reducción de la pobreza en Internet, al aumentar los ingresos de los hogares y hacer más asequible el acceso a Internet, especialmente en las regiones de renta baja.
- Bajar el coste de los servicios de Internet es otro paso esencial, que puede lograrse mediante medidas reguladoras, una mayor competencia e inversiones en tecnologías asequibles.
- Igualmente importante es invertir en una sólida infraestructura de Internet para ampliar la cobertura, mejorar la velocidad y reducir la latencia, haciendo que los servicios de Internet sean más fiables y accesibles.
- Además, mejorar las competencias digitales es vital para garantizar que las personas puedan utilizar eficazmente Internet para mejorar sus vidas. Las iniciativas de alfabetización digital, sobre todo en las zonas desatendidas, pueden ayudar a salvar las distancias y maximizar los beneficios de la conectividad.
Aunque se han hecho progresos significativos, para reducir la pobreza en Internet será necesario un esfuerzo coordinado entre los gobiernos, el sector privado y las organizaciones internacionales, centrado en la asequibilidad, la infraestructura y la calidad.
El Índice de Pobreza en Internet fue creado y está dirigido por el Laboratorio Mundial de Datos con el apoyo de la Internet Society Foundation.
Isabell Roitner-Fransecky es científica de datos en World Data Lab.
Las opiniones expresadas por los autores de este blog son suyas y no reflejan necesariamente los puntos de vista de la Internet Society.